Aquí estuvieron

miércoles, 29 de julio de 2015

CRISIS DE LOS 20

Crecimos. Los 90’ quedaron atrás, los días de juego se acabaron, la primaria, la secundaria, esos años dorados que permanecerán en nuestros recuerdos por siempre, hoy fueron suplantados por responsabilidades. Algunas impuestas por la sociedad y otras impuestas por nosotros mismos. Todos queremos cumplir esos sueños que vienen creciendo en nuestra cabeza hace años, pero nos damos cuenta que son más difíciles de concretar de lo que parece.
Aprendemos que hoy en día si no estudias lo que te apasiona, un vacío empezará a crecer dentro tuyo. 
 Pero no es solo el estudio, apenas empezas ésta nueva década comenzas a darte cuenta que no todo es color de rosa como antes, ya tuviste varias caídas que te marcaron.

Te dejaron, dejaste, pensaste conocer al amor de tu vida, pero cuando aquello terminó aprendiste que hay algo más allá de lo que vemos en las películas. Los finales felices existen, pero también existen las peleas absurdas, algunas personas no son tan amigables, y aprendiste que también aquellos amigos que pensabas eran indispensables se convierten en desconocidos.

Te cuesta coordinar horarios, ya no ves tanto a tus seres queridos, porque estás ocupado en tu nube, y después te arrepentís de no haber hecho aquel llamado que sabías que deberías haber hecho.

Salir a bailar ya no te resulta tan interesante como antes, conociste nuevas formas de divertirte, como disfrutar de esas caminatas con música en tus auriculares, esos encuentros casuales con tus amigos son los mejores, porque sabemos que lo planeado casi nunca funciona como imaginamos.

Empezaste a intentar planear un futuro, ya sea con tu pareja o estando solo, queres tu propio espacio, tu independencia económica, ya no sos un niño, tus preocupaciones no son las mismas y queres ver más de lo que hay en este hermoso mundo.

 Estas cambiando. Descubriste nuevas metas a alcanzar porque dejaron de ser las mismas que hace dos años atrás. Comenzaste a entender quién sos y que cuando te preguntan ¿Cómo estás? La respuesta no es siempre “Estoy bien” aunque siempre resumimos así para no ahogar al otro.
Pensas, divagas y entendes cosas que antes te parecían utópicas, como el valor del dinero, el valor de la amistad y el incondicional amor de la familia.

Hablando de la amistad, comenzas a darte cuenta quiénes son tus verdaderos amigos, ya no es esa cantidad exorbitante que era antes, ahora los contas con pocos dedos y sabes a quién llamar en caso de cualquier emergencia sentimental.

Empezar una década nueva parece algo simple, pero no es tan así, hay muchas cosas que te curten de una manera distinta. Lloras, reís y cantas igual que ayer, pero hoy con más potencia, porque comprendiste que el tiempo vuela, porque lo ves en tus viejos, porque lo ves en tus abuelos, ellos te cuentan sus frustraciones como, “yo no pude así que vos por favor hacelo por mi”. Y esa nostalgia de ver pasar el tiempo como una brisa te hace replantearte más aquello que ayer pasabas por alto.

Entendiste que el tiempo sana algunas heridas que pensabas que iban a durar por siempre, también que el que odia es porque amó, y el que ama no es igual al que quiere.

Las peleas te sirven para replantearte tus errores y no volver a repetirlos, te ayudan a ser responsable. 

Pero también te contradecís, en cierto punto, porque sabes que las decisiones que no tomas hoy, mañana otro que encuentre la oportunidad que vos perdiste la tomará sin dudarlo.

Queres con más fuerza a aquellos que estuvieron siempre, en las malas, en las buenas, y en las divertidas, y aquellos que se fueron o dejaste ir, quizás no eran tan importantes en tu vida.

Aprendiste a guardar secretos que podrían generar guerras, y aprendiste a confiar tus secretos a la persona indicada. Ya sos consciente de que esa confianza que se gana, no es para todo el mundo y que una vez que esa confianza se rompió no hay vuelta atrás.

Descubriste que la traición existe, así como también existe el amor. A veces pensas en el cuentito de que todo va a estar bien, porque a todos nos gusta creer en esa realidad paralela donde conocemos a esa persona que nos vuela la cabeza, y se complementa con nosotros para transmitirnos música en las venas.

Las relaciones de una noche ya no te llenan como antes, sabes que en realidad necesitas algo más. Emborracharte con tus amigos y al otro día no poder levantarte no es tan fácil de sobrellevar como hace tres años atrás. Estás en busca de algo nuevo.

Cuidas un poco más tu bolsillo porque comprendiste aquello que te decían tus viejos. “Cuando seas grande vas a encontrarle el valor al dinero”, y es así, cuando uno se esfuerza por obtener aquello que le cuesta horrores, y al fin obtiene la recompensa, le da culpa malgastar eso que costó muchísimo obtener.

Ya aprendiste a tomar tus propias decisiones. Intentas que las redes sociales no afecten tanto tu vida, porque seamos sinceros, perdimos mucha comunicación, eso de sentarse en un bar y que la magia fluya, ha quedado un poco en el pasado. Hoy el mundo se maneja y viaja por Internet, y allí es donde nos solemos esconder para no mostrar nuestros verdaderos sentimientos.

Tu sentimientos varían según el día, el clima, y lo que haya para comer, porque estás agotado, aunque tus viejos no lo entiendan, como decía Paola Argento, “Que difícil es ser yo”.

Te diste cuenta que atarse al pasado no sirve de nada porque adelante hay cosas nuevas y mejoradas. Aunque la nostalgia siempre exista, hay que aprender a disfrutar del presente.
No importa si decís que te gustaría volver a no tener responsabilidades, a todos nos pasa y es normal, creeme, a tus viejos también les pasa. Cada año vivido te hace crecer como persona, como amigo, como hijo, y no hay nada de que arrepentirse, eso dejémoselos a los cobardes.

Un amigo me dijo que estamos viviendo la mejor época de nuestras vidas y que se vienen los mejores años, que aquí en este trayecto, conoceremos a alguien con quién quizás compartamos el resto de nuestras vidas, a nuestros mejores amigos, y aprenderemos cada vez más de nuestro alrededor.

Las años vuelan, las décadas suman así como suman las experiencias. Mi querido lector, a vos te digo, aprovechá, viví, reíte hasta que te duela la panza, a veces date el gusto de ser infantil, pero siempre con responsabilidad. Las mejores cosas ocurren espontáneamente, y lo estructurado aburre, en demasía. No te dejes engañar, no te dejes usar, respetate y crecé acompañado de tu definición de felicidad.

Felices veintitantos.  

sábado, 25 de julio de 2015

Imposible Recordar

No todo vuelve, aunque lo quieras demasiado, el tiempo perdido no se recupera y no hay nada más triste que eso. El reloj sigue el ritmo por más que no lo sientas, no para para verte sanar, no para para verte reír, ni llorar, solo continúa remarcando que todo lo pasado no volverá. 
El peso de los años perdidos saca factura cuando algo que arrasaba con la realidad ya no está, no porque se haya ido, sino porque ha pasado tanto tiempo que comenzaste a olvidarte. 
No recordar apropiadamente es como morir por dentro, porque es lo único que nos une al pasado, son esas fotos con movimiento que quedan grabadas, y no poder rememorar un momento es sentirse completamente perdido. 
Perderse duele, cuando uno se desorienta de quién es en realidad se encuentra sumergido en un mar de dudas que ni si quiera terminaron de formular las preguntas. No tenes respuestas, te cuesta respirar y no sabes a quién recurrir, porque no podes con tu propia persona. 
Cuando debemos decir algo, tenemos que hacerlo en el momento necesario, porque esa brisa que mete dudas, hace que una mañana te despiertes totalmente perdido, buscando el por qué de aquella decisión. Por qué no dije o hice lo correcto, lo que sentía en el pecho, por qué ese miedo me paralizó. Y ya no va a haber vuelta atrás, salvando excepciones. 
El punto de partida siempre está, y la negativa también, lo que importa es elegir correctamente. A veces también ayuda el optimismo, y esa corazonada de saber que si aquello es para nosotros, tenemos que saber arriesgarnos. El miedo a veces es un aliado para no salir lastimado, pero a larga o la corta, todo sale a la luz.  

Como en casa

Todo corre en mi sangre a flor de piel, y toda esa marea me marea de pies a cabeza. Soy una fogata a punto de morir, y lo que quede en las cenizas será fénix al fin.Y si al final no podemos ser, igual va a estar okay, porque yo intenté, y la verdad es que lo demás no lo planeé. ¿Cuál es la receta justa de la felicidad? No pega haber dejado todo, ya que estábamos al dente, estábamos a punto de conocer la verdad. Pero ya no te veo cerca, ni siquiera te siento, y si te pienso es porque me dejaste tus restos en la memoria selectiva.  Sabes que a veces creo haberte soñado, no tanto como ayer, pero un poco más que mañana. Cuando prendes la luz en la mitad de la noche asustado porque el tiempo ha pasado sin avisarte, no te asustes, aferrate a aquello que conozcas, porque siempre, pero siempre volvemos a lo que nos hace sentir como en casa. 

miércoles, 22 de julio de 2015

El Cuentito

No te olvides que todo es un truco, igual ojo, quizás todos tengamos un as bajo la manga y nuestros secretos para ser quienes somos, y esas cosas que nos hacen actuar por inercia para ser espontaneos.
Más que seguro que eso que dicen que supuestamente "el tiempo cura", es algo inventado para hacernos creer que si esperamos, vamos a encontrar algo mejor. Siempre está el que te dice que a él le pasó algo por el estilo, y que eso que estas pasando es una boludez al lado de lo que le pasó a él. Convengamos que todos queremos llamar la atención en cierto punto, más allá de que seas una persona que no cuenta sus cosas personales, TODOS, sin excepción tenemos algún consejo que nunca utilizamos para regalarle al que lo necesita.
El marketing cultural plantea esos finales de cuento, donde el protagonista besa a la chica en público, delante de todos, le declara su amor eterno y viven felices por siempre. Pero okay, en la historieta no muestran la parte de la convivencia, ni de cuando ella le revisa los mensajes, y mucho menos que el detesta sus celos.
El cuentito es una pantalla de mentira que nada tiene que ver con la realidad. Nos plantean todo color rosa mientras que hay muchos más matices que nadie se anima a explicar. ¿Por qué será? ¿Será que queremos creer en eso que veíamos de chicos? ¿Será que no queremos repetir la historia de nuestros padres? Porque convengamos que ciento catorce divorcios se producen por día, pero eso nadie te lo dice ¿No?
Bla, bla, el amor no es un pacto, ni firmar papeles y mucho menos subir a instagram una foto después del civil. Hay muchas personas que se toman muy en serio esto de publicar absolutamente todo porque no saben quienes son, ni a donde van, por lo tanto necesitan la aprobación de los demás. ¡Cualquiera! Un clíc o dos, o mil no te hacen ser.
Así resumidito y escribiendo rápido porque ya es tarde, el amor para mi, es como un paquete lleno de sorpresas adentro, como un Kinder, no importa cuantos te compres, siempre vas a encontrar algo distinto que te llene y que te cause alegría, todos respiramos amor. Y es una palabra tan fuerte que cuesta resumirla, o escribir a cerca de ella. Todos tenemos una perspectiva distinta, porque todos somos diferentes, gracias a buda, porque imaginate un mundo lleno de personas iguales a vos, qué embole.
Volviendo al cuentito, nunca entendí a Disney, aunque lo sigo mirando con mis ciento cincuenta años, nunca voy a comprender la parte en donde todos se ponen a bailar y cantar que se aman en el medio de la cafetería de la escuela, porque lo haces acá, en el mundo real y te llevan derechito al loquero, te aviso por si se te ocurre hacerlo. No da, porque sabemos que bailas mal y tampoco sos Zac Efron, como ella tampoco es Vanessa Hudgens. 
Pero bueno, el cuentito nos encanta, porque es atractivo, porque nos encantaría bailar the time of my life y que nos levanten como en dirty dancing, aunque pesemos mil kilos más que la protagonista. 
Yo creo que los finales felices no existen, quizás porque nací en esta época, noventosa, ochentosa, pero igual, qué tiene que ver eso cuando se trata de amor. Creo que le encontré la vuelta, me digo a mi misma mientras escribo, ¿Qué carajo escribis? Dale andá al punto, cerrá la reflexión, decile a todos lo que pensas. Así que acá les va.
Lo que yo creo es que amamos el cuentito, porque sabemos que nunca va a pasar, siempre anhelamos eso que no tenemos, y queremos lo que los demás tienen, por más de que sea imposible y por más que no tengamos los medios. Somos insoportables queriendo todo el tiempo, somos inconformistas, lo que buscamos es eso que nos llene esa parte que no se llena con lo que vivimos en la realidad, por eso también existen las historias de amor épicas, como la de Titanic, osea, Rose tenía lugar en la madera de mierda esa, podrías haberle dejado un espacio a Jack gorda. Proyectamos todo el tiempo porque estamos aburridos, o porque muchas veces la rutina nos consume tanto que necesitamos apropiarnos de una historia que no es nuestra para pensar que en algún momento la vamos a vivir nosotros, pero no, no te olvides que sos real. No te olvides que te dejaron y que dejaste, no te olvides que lloraste por todo y por nada, y que después de unos años, cuando los pedacitos de esa boludez atómica se renuevan, haces una regresión y te decís a vos mismo, ¿Yo lloraba por eso? Que boludo!
Y después te vuelve a pasar, y otra vez y otra vez, hasta que llega un punto en el que te conoces a vos mismo, más que tu psicólogo que está cansado de escuchar las mismas historias una y otra vez, y te decís a vos mismo: Hoy quiero ser yo, quiero ser diferente, quiero caminar diferente, disfrutar, eso quiero, quiero lo que los demás no tienen, me cansé de lo usual, me cansé de lo común. Te decís a vos mismo "Se voy a estar poco tiempo acá"; porque seguro se te cruzó la imagen de tu viejo, o tu abuelo contándote sus frustraciones que les imponían sus padres, o ellos mismos se imponían por miedo. 
Y la realidad es que el cuentito existe para disfrazar el miedo, como una capa de invisibilidad que te sirve hasta que te despertas sin ser adolescente, y tenes esos sueños que nunca cumpliste porque fuiste y sos un pelotudo. Porque ser un boludo es fácil, pero animarse, uy, animarse es lo más difícil que existe, pero una vez que te animaste, no te para nadie. 
Entonces quedamos así, los cuentitos para los inseguros, y para vos la realidad. Cuando despiertes te vas a dar cuenta que el mundo está acá, y las horas pasan, tic, tac. Cuando te des cuenta vas a tener cincuenta años, te va a faltar el pelo y te va a crecer en otro lado, vas a tener hijos a los que les vas a contar tus frustraciones, y no creo que quieras eso. 
Con lo unico que concuerdo con Disney es que lo que te propongas, por más alocado que sea se cumple, pero los brazos cruzados no sirven, este es mi consejo. 

martes, 14 de julio de 2015

Sexo

Nada parecidos, nada iguales, todos en distintos lugares esperando encontrarse.
Esperan dejar de esperar. Se atraen porque son diferentes, se desean porque saben que está prohibido, no quieren estar solos, solo quieren ser felices mientras cae la noche. 
Se encuentran desnudos bañados por la luna, dejan todo de lado, se aman y se odian dentro del espesor de la cama, que se convierte en nada en el momento que ven el sol. 
Se miran, se ven, se encuentran, se ríen y se van, hasta volver a soñarse en la misma esquina donde creyeron olvidarse de todo.
No piensan, solo quieren que todo parezca más lindo, donde nada es prohibido, ni lejano, donde se sienten más cercanos, donde nada los ata, donde la rutina no los mata. 
Seguro no lleguen a nada, quizás mañana no se vean más, quizás el tiempo se convierta en algo que los aleje más y más. Mientras tanto en el camino a casa se preguntan si valdrá la pena, si mañana se volverán a hablar, pero esas cosas se dan o no, no hace falta mirar para atrás cada vez que caminas.
Los opuestos se atraen, sino terminan como amigos, hay algo en ellos que no se apaga, y es ese fuego que los atrapa a querer cada vez más. 

Lo siento

Es que ¿Existirá eso de la mala suerte? ¿Será verdad eso de las cosas se rompen para siempre? ¿Cómo? ¿Cómo hago para retroceder? Porque en realidad no quiero repetir, no quiero iterar, lo único que quiero es ver las cosas que ya pasaron, como si pudiera flotar en un campo sinoptico que muestre imágenes borrosas de aquel pasado que no recuerdo. Quiero volver un minuto a ver aquella realidad roja, aunque termine sangrando canciones. Porque es así cuando te duele sin dolor, cuando sabes que hubo algo roto ahí pero hoy está vacío. Y cómo se hace para llenar con cemento esas memorias, esas heridas que ya no sangran, que tienen aire que respiran signos de preguntas.

Me encuentro entre signos de exclamación, cargo con la culpa que me carcome, me mantengo al margen para no seguir anudando esas heridas por amor, soy inconforme, siempre hay una razón para quejarme, digo lo que pienso y después algo me queda atragantado, y lo vomito en frases que releo al día siguiente, para entender el dolor de cabeza del día anterior. Así funciono, no tengo tiempo para descansar, así como tampoco para pensar qué es lo que en realidad necesito, porque no es coger una noche y olvidarse después de una hora, tampoco sacarme la mierda, porque esa misma es la que me hace seguir cada día, si no me caí ayer después de haber probado el infierno, ¿Cómo voy a irme ahora que estoy a punto de ser feliz?

Es una historia continua, tomar lo bueno y hacerlo malo, y viceversa. A veces siento que lo malo me hace bien porque estoy rota por dentro, y esas piezas que faltan arman el rompecabezas de mi corazón, y el mismo ya se ha perdido en el medio del espacio de la ciudad.

Todos queremos hacer el bien, y no sabemos ni siquiera qué significa eso, me hace mal escuchar tantas mentiras, me duele verme sola mientras las personas pasan en cámara lenta.

Es que también las cosas se han jodido, no es solo un cambio, no hay que razonar demasiado para entenderlo, yo me defiendo de aquello que me toca y me rompe, no quiero vivir así de torpe.

Al final creo que no quiero volver a vernos, ni volver a verme, creo que la nostalgia solo sirve cuando existe eso de los platónicos, porque una vez que el tema concluye pierde su sentido. Como yo, que ya perdí hace rato los estribos por esperar, eso me mata, eso me clava los puñales que olvido cuando me los bebo. No quiero ser esclava de aquello que pudre el alma, que lava los recuerdos, los hace buenos, pero te da vuelta la realidad.

En realidad, ya no quiero, necesito dejarme porque ya concluí en que soy mi cruz, y que soy sin ser yo otra vez.

Lo siento

28

El tiempo pasó lento desde aquel veintiocho, una parte de ella se desprendió de su ser, y la esencia de él quedó esparcida en medio de un abismo de dos. Ya no compartían derechos, ni siquiera la cama, lo único que quedaron fueron los recuerdos, esos todavía sobrevivían. Ella esperó empezar de cero mientras que él estaba en cien, Clara sentía que era imposible pensar sin retroceder. Tanto tiempo, tantas cosas vividas, ¿Cómo hago?, se preguntaba, ¿Cómo hago para salir de esta oscuridad?, sus nervios marcaban su muerte lenta. La llama apagó su luz para irse volando en cenizas que retrataron un efímero futuro, que esperaba ansioso por salir a correr otra vez. Y en el medio de la noche, cuando todo dormía, Clara se despertó de aquel sueño que la consumía, pensó en volver a empezar, pero ésta vez de verdad, se dijo a sí misma que no se aprende a sanar, como tampoco a amar. Y así, las temporadas de ese mal fueron desapareciendo junto con los malos recuerdos y aquel adios. Volvió al sol, volvió a vivir, maldijo extrañarlo pero también agradeció darse cuenta que si uno se propone algo con empeño, podrá salir adelante. Siempre recordará aquella fecha aunque esté enredada en otras sábanas, aunque la mañana ya tenga otro color, porque esa fue su verdadera historia de amor. El tiempo es arena es sus manos, que se convierten poco a poco en roca solida para volver a desvanecerse, hasta que algún día, logre perderse en ese soñado mar de felicidad.

Chasing The Sun


lunes, 13 de julio de 2015

The First Day Of My Life

I don’t know where I am, do not know where I was, but I know where I wanna go. Things take time and I am slow to calculate, mathematical time is not to me, I don’t accept that, I doesn’t understand it, I do not live tied to something that hurts me. I can’t, my concepts are almost anarchist, I do not follow laws, they arise naturally. I am an art depend, I read as I analyze and breathe art. I like to see the details of everything that generates me an inner poetry. The sky, the cold morning wind, the sun that burns on your face, the sound of laughter from my friends, the “I love you” from my parents, for me that is also art.
I don’t write many nights ago, I sit at the computer, or grab pen and paper, but nothing comes out, I feel bad, I don’t cry much, I don’t love anybody, and there’s a long time ago that I have no time for me. Perhaps’s that, the closure burning every day, every evening, every night.. “Everything’s going to be okay”, they say, but when? anxiety eats you up inside.
I started to rethink things in my life, and I realized that I was surrounded by people that did not give me “good vibes” I found surprises that were not pleasant, I lost friends, I left and locked myself in a box of frustrations.
I feel like i’ve just woke up and had been blind all this time. I see things in a different way, I walk different my way, I do not pretend a lot of others because in the end you end up depending on yourself. Often those closest are the ones that hurt you worst, they put salt on those wounds that are not completely healed.
This time is different, I mean I’m no longer in that box, it is the first day of my life and everything’s in color, is no longer gray, or black.
If I had to choose where I want to go, I’ll be choosing a place with ocean, that’s where my house is, I belong there. Sometimes I think I was born at the wrong time and place, the city does not identify me, but everything I built is here, I could leave right now without problems if I have the chance.
I must wait and see, but I rather be working for a paycheck than waiting to win the lottery. Things are not forever and I am so lonely right now
We are a heart-shaped canvas, and inside there is a pointillism of memories, dreams and things that, as time passes, we paint of different colors, sometimes’s colorful, sometimes dark but I only hope to finish painting the canvas like the first day of my life, happy.

Qué

Que las noches fueron hechas para decir cosas que de día no nos animamos a decir. Que los días fueron hechos para sentir que estás a mil, y que hay algo funcionando inconscientemente que te mantiene despierto como una inyección de adrenalina. Que de noche quiero que te quedes en mi cabeza como el último pensamiento antes de dormir. Que te quiero soñar de día para manifestarte de noche, porque estás lejos y no me alcanza el tiempo, ni la velocidad para encontrarte. Que de día miro el sol que me pega en la cara como esa monotonía de que suene el despertador para hacer cosas que no quiero hacer. Que de noche con incentivos llego a esa forma de ponerte en aleatorio y encontrarte en distintas formas, cambiando continuamente. Yo no sabía que estabas tan triste hasta que te miré simbólicamente. Esta semana encontré una canción que me hace acordar a muchas etapas de mi vida, y no puedo parar de repetirla. Eso de que estoy enamorada del mundo reflejado en los ojos del que se queda al día siguiente. Eso de que nos rompemos tantas veces para volver a unirnos, y vemos los pedazos de nosotros flotando en fotos que pegan la herida. Sabes que siempre fue esperar y ver, hasta quedarte dormido. No somos sistemáticos, a veces es una mierda y a veces es lo mejor, eso depende de como lo veas. Yo podría ser otra tonta o la excepción a la regla, o vos podrías ser aquello que no puedo encontrar, decime vos. Probablemente siempre sea la última en enterarme, como siempre, lejos, lejano como mirar por el espejo retrovisor de la vida. Que somos planetas sintiendo espasmos. Que no podemos grabar esos momentos que no queremos olvidar y los vamos suplantando por nuevos que no son tan interesantes. No me gusta interrumpir, pero no puedo quedarme esperando por siempre. Quema. Quedé en encontrarme, quedé en encontrarte, pero todavía sigo buscando.

Do I Wanna Know ?




Hozier - Do I Wanna Know