Es que ¿Existirá eso de la mala suerte? ¿Será verdad eso de las cosas se rompen para siempre? ¿Cómo? ¿Cómo hago para retroceder? Porque en realidad no quiero repetir, no quiero iterar, lo único que quiero es ver las cosas que ya pasaron, como si pudiera flotar en un campo sinoptico que muestre imágenes borrosas de aquel pasado que no recuerdo. Quiero volver un minuto a ver aquella realidad roja, aunque termine sangrando canciones. Porque es así cuando te duele sin dolor, cuando sabes que hubo algo roto ahí pero hoy está vacío. Y cómo se hace para llenar con cemento esas memorias, esas heridas que ya no sangran, que tienen aire que respiran signos de preguntas.
Me encuentro entre signos de exclamación, cargo con la culpa que me carcome, me mantengo al margen para no seguir anudando esas heridas por amor, soy inconforme, siempre hay una razón para quejarme, digo lo que pienso y después algo me queda atragantado, y lo vomito en frases que releo al día siguiente, para entender el dolor de cabeza del día anterior. Así funciono, no tengo tiempo para descansar, así como tampoco para pensar qué es lo que en realidad necesito, porque no es coger una noche y olvidarse después de una hora, tampoco sacarme la mierda, porque esa misma es la que me hace seguir cada día, si no me caí ayer después de haber probado el infierno, ¿Cómo voy a irme ahora que estoy a punto de ser feliz?
Es una historia continua, tomar lo bueno y hacerlo malo, y viceversa. A veces siento que lo malo me hace bien porque estoy rota por dentro, y esas piezas que faltan arman el rompecabezas de mi corazón, y el mismo ya se ha perdido en el medio del espacio de la ciudad.
Todos queremos hacer el bien, y no sabemos ni siquiera qué significa eso, me hace mal escuchar tantas mentiras, me duele verme sola mientras las personas pasan en cámara lenta.
Es que también las cosas se han jodido, no es solo un cambio, no hay que razonar demasiado para entenderlo, yo me defiendo de aquello que me toca y me rompe, no quiero vivir así de torpe.
Al final creo que no quiero volver a vernos, ni volver a verme, creo que la nostalgia solo sirve cuando existe eso de los platónicos, porque una vez que el tema concluye pierde su sentido. Como yo, que ya perdí hace rato los estribos por esperar, eso me mata, eso me clava los puñales que olvido cuando me los bebo. No quiero ser esclava de aquello que pudre el alma, que lava los recuerdos, los hace buenos, pero te da vuelta la realidad.
En realidad, ya no quiero, necesito dejarme porque ya concluí en que soy mi cruz, y que soy sin ser yo otra vez.
Lo siento
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