Hoy es el día ideal para no hacer nada con alguien, y así empieza este relato de por qué no quiero un novio. Afuera llueve, son las nueve de la mañana, tengo un café en la mano, e inmediatamente surgen esas ganas de tener a alguien al lado con quién compartir este momento, una charla, un libro, una película mientras apoyo la cabeza en su hombro.
Esas expectativas que proyectamos en estos días que nos traen melancolía ¿Son realmente las cosas que queremos, o son las cosas que creemos necesitar? ¿De verdad queremos depender de alguien para ser felices?
Replanteandome situaciones que ya he vivido, compartido, acciones que he comprendido después de haberlas padecido, llegué a la conclusión de que no quiero un novio, no necesito un novio,quiero un compañero, quizás alguien con quien compartir algo más que salidas y sexo. Alguien que me genere arte cada vez que me despierto, alguien que me de ganas de escribir una poesía o un cuento que otra persona al rededor del mundo puede leer y sentirse identificada.
Hoy me di cuenta que no quiero un novio, descubrí que no es necesario depender de una persona para encontrar la felicidad. Es más, creo que la felicidad la vamos creando a medida que vamos viviendo, y vivir no es solo estar vivo, como tampoco vivir es respirar y levantarse por la mañana, o cumplir obligaciones que no nos gustan.
Entendí que a veces las cosas son confusas, que todas las personas somos diferentes, queremos cosas diferentes, y muchas veces dejamos de lado las cosas que queremos para nosotros, para intentar hacer felices a los demás o por lo menos complacerlos en eso que nos piden.
Ponemos cargas en una mochila que en algún punto no queremos cargar, porque todos tenemos nuestros días cargados de problemas que sangran en el interior de nuestros pensamientos, y en esos momentos lo único que necesitamos es soledad.
Tener un novio es ser responsable de los sentimientos de alguien más, y no solo de los propios, no está mal querer a alguien, no está mal estar de novio, no está mal casarse, ni proyectar un futuro con una persona, después de todo la cultura te lo explica así.
Pero supongo, con casi veintidós años, que las responsabilidades se miden en base a las acciones que queremos crear, y a veces hay personas que no comprenden nuestros deseos, ni nuestras actitudes, porque por supuesto, nadie vive la misma vida que el otro.
Hoy no quiero un novio porque pienso en mi, pienso en lo que quiero, en lo que necesito, en lo que estoy buscando. Amplié mi panorama después de tanto haber buscado eso que todavía no encontré y seguramente en algún momento lo haga, pero creo que para eso todavía falta.
Siento que el amor va más allá de un compromiso o la firma de un papel, o un anillo, a veces uno solo necesita que lo entiendan, que estén allí, a veces uno solo necesita verdades, consejos y que esa persona actúe como parte de uno mismo.
Hoy no quiero un novio porque comprendí que los títulos carecen de sentido cuando se trata de compartir, y no es necesario estar atado a una denominación que te define cuando en realidad, lo importante es dar y recibir.
El amor no es estar de novio, por eso hoy no lo quiero. No pertenezco a ese título, no me define.
Aquí estuvieron
jueves, 19 de noviembre de 2015
domingo, 15 de noviembre de 2015
La Posta
Saben que? Nada debería ser tan difícil, me parece que le damos mucha vuelta al asunto. Vivimos con miedo a ser rechazados, y jugar esa etapa es una paja. Porque afrontemos el hecho de que no todo el mundo va a aceptarnos como somos, no todo el mundo quiere querernos como nosotros pretendemos que nos quieran.
Todos queremos que esa persona que nos interesa nos de bola pero nos cuesta aceptar que no somos el universo y que todos tienen sus propios mambos. Y capaz ni si quiera nos miren con los mismos ojos, o directamente ni nos registran.
Somos insoportables. La hacemos larga, todo el tiempo.
Ya estamos grandecitos y deberíamos empezar a aceptar que no a todo el mundo le vamos a caer bien, aunque así lo deseemos. A veces el mundo no tiene ganas de comprenderte y bancarse tus pelotudeces, porque a la larga o a la corta, solamente son cosas que van a caducar.
Por ejemplo, cuando te gusta mucho alguien te agarra ese palpito de que seguro con algo la cagas, y no porque te inmovilice el miedo, sino porque tu inseguridad decide por vos. "Ay le mando un mensaje?, "No al pedo porque seguro ni me responde", "seguro no me pasa cabida", siempre el autoboicot, tanto miedo y tan boludos somos?
Me estoy riendo una banda porque el otro día me dieron un consejo que me hizo reír mucho, y decía algo asi como "Ya fue pesada decile, me gustas, no estoy enamorada, pero pará, no te subas al pony que todavía falta mucho para eso", y después esa persona que tiró esa gran verdad se fue a dormir porque supo darse cuenta que no tiene que ser tan complicado.
Pero a todos nos gusta la novela, complicarnos al pedo, y desde ya venimos al mundo con ansiedad, quereremos todo ya. No podemos esperar a que las cosas se den solas.
A veces quiero decirle a un montón de gente, que gusten, que se den esa oportunidad de arriesgarse, que quieran, que luchen por eso que creen inalcanzable, porque fervientemente creo que tenemos que ser más directos para conseguir lo que sea que estemos buscando, por más tonto que sea.
Y saben cual es la realidad? Saben cual es la verdad de por qué no damos vuelta en la esquina donde esta aquello esperándonos? Porque nos da paja caminar hasta ahí.
Nos (me) tenemos (tengo) que dejar de joder. Me parece que ya fue todo
Prohibida la copia o cualquier representación de la misma sin permiso de la autora (Ley 11723).
Copyright © Todos los Derechos Reservados
Todos queremos que esa persona que nos interesa nos de bola pero nos cuesta aceptar que no somos el universo y que todos tienen sus propios mambos. Y capaz ni si quiera nos miren con los mismos ojos, o directamente ni nos registran.
Somos insoportables. La hacemos larga, todo el tiempo.
Ya estamos grandecitos y deberíamos empezar a aceptar que no a todo el mundo le vamos a caer bien, aunque así lo deseemos. A veces el mundo no tiene ganas de comprenderte y bancarse tus pelotudeces, porque a la larga o a la corta, solamente son cosas que van a caducar.
Por ejemplo, cuando te gusta mucho alguien te agarra ese palpito de que seguro con algo la cagas, y no porque te inmovilice el miedo, sino porque tu inseguridad decide por vos. "Ay le mando un mensaje?, "No al pedo porque seguro ni me responde", "seguro no me pasa cabida", siempre el autoboicot, tanto miedo y tan boludos somos?
Me estoy riendo una banda porque el otro día me dieron un consejo que me hizo reír mucho, y decía algo asi como "Ya fue pesada decile, me gustas, no estoy enamorada, pero pará, no te subas al pony que todavía falta mucho para eso", y después esa persona que tiró esa gran verdad se fue a dormir porque supo darse cuenta que no tiene que ser tan complicado.
Pero a todos nos gusta la novela, complicarnos al pedo, y desde ya venimos al mundo con ansiedad, quereremos todo ya. No podemos esperar a que las cosas se den solas.
A veces quiero decirle a un montón de gente, que gusten, que se den esa oportunidad de arriesgarse, que quieran, que luchen por eso que creen inalcanzable, porque fervientemente creo que tenemos que ser más directos para conseguir lo que sea que estemos buscando, por más tonto que sea.
Y saben cual es la realidad? Saben cual es la verdad de por qué no damos vuelta en la esquina donde esta aquello esperándonos? Porque nos da paja caminar hasta ahí.
Nos (me) tenemos (tengo) que dejar de joder. Me parece que ya fue todo
Prohibida la copia o cualquier representación de la misma sin permiso de la autora (Ley 11723).
Copyright © Todos los Derechos Reservados
Cuando Cae la Noche
Hoy es una de esas noches para explorar recuerdos, y aunque te encuentres inmóvil comenzas a viajar. Recordas los viejos momentos, los felices, los que te hicieron reír, los que te hicieron llorar. Entras en esa etapa de pernocte donde insistís que tendrías que haber actuado de cierta manera o de tal otra, pero no lo hiciste porque, sos humano y ya estás acostumbrado a aprender a fallar. También pensas en los impulsos, los que te han funcionado, como ese beso que diste o te dieron por sorpresa, o aquella tarde recorriendo lugares que ya no pisas hace años, sentís la brisa a flor de piel a pesar de seguir quieto. A todos nos gusta un poco la melancolía, y queremos recordar con amor esos momentos que nos hicieron felices.
Estamos predestinados a repetir rutinas, como vivir ese segundo eterno antes de dormir, donde pensamos qué queremos, quienes somos hoy, a quién extrañamos, quién queremos que nos extrañe,. Ser realista es comprender que todos queremos que nos quieran y que piensen en nosotros antes de cerrar los ojos. La imaginación empieza a volar, y comenzas a soñar, imaginas lugares, personas, maneras distintas de ver el mundo, o por lo menos intentas hacerlo un poco más lindo de lo que es, solo porque proyectas lo que vos queres ser mientras estés acá transitando tu camino. Queres ser distinto y hacer las cosas lo mejor posible.
A veces pensamos tanto que nos agobiamos e intentamos dar vuelta la página, pero luego de haber escrito tanto camino, después de haber plasmado todo aquello que tanto te costo, guardas aquello para después, porque quizás en algún momento pueda servir. Nadie quiere olvidar.
Pensas en la gente que está lejos, en la gente que se enojó con vos y nunca entendiste por qué, pensas en aquellas personas que ya no están porque te encanta recordarlas, no queres perderlas en el tiempo, porque el tiempo vuela, y los recuerdos van siendo cada vez más confusos, nadie quiere perder lo real. Muchas veces suplantamos recuerdos por otros, porque es difícil retener todo lo que queremos guardar para siempre, y eso es devastador.
Estamos predestinados a repetir rutinas, como vivir ese segundo eterno antes de dormir, donde pensamos qué queremos, quienes somos hoy, a quién extrañamos, quién queremos que nos extrañe,. Ser realista es comprender que todos queremos que nos quieran y que piensen en nosotros antes de cerrar los ojos. La imaginación empieza a volar, y comenzas a soñar, imaginas lugares, personas, maneras distintas de ver el mundo, o por lo menos intentas hacerlo un poco más lindo de lo que es, solo porque proyectas lo que vos queres ser mientras estés acá transitando tu camino. Queres ser distinto y hacer las cosas lo mejor posible.
A veces pensamos tanto que nos agobiamos e intentamos dar vuelta la página, pero luego de haber escrito tanto camino, después de haber plasmado todo aquello que tanto te costo, guardas aquello para después, porque quizás en algún momento pueda servir. Nadie quiere olvidar.
Pensas en la gente que está lejos, en la gente que se enojó con vos y nunca entendiste por qué, pensas en aquellas personas que ya no están porque te encanta recordarlas, no queres perderlas en el tiempo, porque el tiempo vuela, y los recuerdos van siendo cada vez más confusos, nadie quiere perder lo real. Muchas veces suplantamos recuerdos por otros, porque es difícil retener todo lo que queremos guardar para siempre, y eso es devastador.
A veces pienso que hay personas que se cruzan en nuestro camino para ayudarnos a escribir nuestra propia historia. Vamos tomando partes de aquellos que nos importan o nos hacen querer contar historias en un bar, queremos crear anécdotas que duren por siempre, porque no podemos ni queremos quedarnos esperando toda la vida a que algún suceso nos caiga del cielo.
Yo personalmente creo en arriesgarme a conseguir lo que me importa, luchar por lo que quiero, por lo que necesito, por la persona que me gusta, por conseguir un buen trabajo, luchar por ser alguien mejor. Y muchas veces no funciona tan fácilmente, las piedras en el camino son eternas pero solamente hay que aprender a esquivarlas o pisarlas con fuerza y decisión.
De repente, cuando menos lo imaginas, después de haber conocido tantos cielos, aparece esa persona que yo llamo, persona océano, y son aquellos que te transmiten esa inmensidad de sentimientos que se trasladan a palabras que caen como lluvia, y te ayudan a re-escribirte, a ser un poco más vos, rodearte de esa inmensidad, de ese cielo, de esa luz, trae paz a la mente y hace que todo sea normal otra vez. Creo fervientemente que hay gente que nació con una energía tan positiva que lo único que logran es transmitirte eso que muchas veces te falta para complementarte. Las personas océano me facilitan escribir, me dan ese placer y esas ganas de sentarme a crear y crear hasta perder la noción del tiempo. Creo que las personas estamos tan aceleradas que no paramos un segundo a darnos cuenta de lo hermoso que hay en el mundo, estamos pendientes en buscar la felicidad en el lugar equivocado, y creo que necesitamos más amor que nunca. Muchos tienen miedo a enamorarse, o no quieren una relación porque tienen miedo a que no funcione, pero uno no puede saber si algo va a crecer si no se le da la oportunidad. Por eso cuando nos vayamos a dormir, cuando pensemos en nuestra persona océano recordemos que siempre, del otro lado, va a haber alguien pensando en nosotros, queriendo lo mismo, buscando lo mismo, y creo apasionadamente que nada es casualidad y en algún momento nos vamos a encontrar.
Yo personalmente creo en arriesgarme a conseguir lo que me importa, luchar por lo que quiero, por lo que necesito, por la persona que me gusta, por conseguir un buen trabajo, luchar por ser alguien mejor. Y muchas veces no funciona tan fácilmente, las piedras en el camino son eternas pero solamente hay que aprender a esquivarlas o pisarlas con fuerza y decisión.
De repente, cuando menos lo imaginas, después de haber conocido tantos cielos, aparece esa persona que yo llamo, persona océano, y son aquellos que te transmiten esa inmensidad de sentimientos que se trasladan a palabras que caen como lluvia, y te ayudan a re-escribirte, a ser un poco más vos, rodearte de esa inmensidad, de ese cielo, de esa luz, trae paz a la mente y hace que todo sea normal otra vez. Creo fervientemente que hay gente que nació con una energía tan positiva que lo único que logran es transmitirte eso que muchas veces te falta para complementarte. Las personas océano me facilitan escribir, me dan ese placer y esas ganas de sentarme a crear y crear hasta perder la noción del tiempo. Creo que las personas estamos tan aceleradas que no paramos un segundo a darnos cuenta de lo hermoso que hay en el mundo, estamos pendientes en buscar la felicidad en el lugar equivocado, y creo que necesitamos más amor que nunca. Muchos tienen miedo a enamorarse, o no quieren una relación porque tienen miedo a que no funcione, pero uno no puede saber si algo va a crecer si no se le da la oportunidad. Por eso cuando nos vayamos a dormir, cuando pensemos en nuestra persona océano recordemos que siempre, del otro lado, va a haber alguien pensando en nosotros, queriendo lo mismo, buscando lo mismo, y creo apasionadamente que nada es casualidad y en algún momento nos vamos a encontrar.
jueves, 12 de noviembre de 2015
Analizando La Vida
Vivimos pensando en nuestros amigos, familia, amor, gastos, pensamos en aquella canción que no podemos sacarnos de la cabeza. Los recuerdos de los viejos tiempos.
Vivimos pensando en el dinero que ganamos, y en los gastos que generamos, y parece que nunca estamos satisfechos. Somos adictos a querer más.
Pensamos desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos y casi siempre, ese último pensamiento antes de dormir es sobre el futuro o sobre la persona que queremos. Proyectamos, vivimos proyectando. Pero nos equivocamos mucho al no disfrutar adecuadamente, no al 100 por ciento el presente.
Somos ansiosos por naturaleza, necesitamos todo ya, queremos que el que nos gusta nos hable ya y nos diga que nosotros también le gustamos, queremos viajar por el mundo como si lloviera dinero, queremos que nos golpeen la puerta con una oferta increíble de trabajo, ansiamos nuestra independencia, queremos graduarnos y ser exitosos o famosos. Pero los logros vienen con esfuerzo, los logros y el éxito no son regalos.
Todo lleva su tiempo, su progreso, su desarrollo.
Vivimos atados a rutinas que muchas veces no nos gustan, todos somos un poco capitalistas, no lo niegues, pensamos que el dinero es una fuente de felicidad, o algo que puede acercarte a ella. Y mientras tanto sobre valoramos al amor, que es la fuente de felicidad inagotable.
Siempre estamos pensando si hicimos bien, si hicimos mal, si herimos, por qué, siempre nos preguntamos el por qué de todo, como si todo tuviera una respuesta que podes buscar en google o yahoo respuestas. Pensamos todos el tiempo si estamos bien vestidos, si tenemos un buen status económico, pensamos para demostrarle a los demás alguien que no somos y vamos perdiendo nuestra esencia.
Dicen que cuando el cerebro duerme, procesa la información diaria y los restos diurnos retienen recuerdos. Estamos tan acelerados, ocupados por cumplir obligaciones, por llegar a tiempo, y nos olvidamos de vivir, de que esto no dura para siempre, nos olvidamos de disfrutar las pequeñas cosas, que son las más lindas.
Cada risa, cada encuentro, cada abrazo, cada mirada, cada beso con risa que recibimos debemos guardarlos como oro, porque esas son las cosas que recordaremos cuando seamos viejos, todos los días nos volvemos más sabios. Las paredes y piedras ayudan a hacernos crecer y construir quién queremos ser.
Vivimos pensando en el dinero que ganamos, y en los gastos que generamos, y parece que nunca estamos satisfechos. Somos adictos a querer más.
Pensamos desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos y casi siempre, ese último pensamiento antes de dormir es sobre el futuro o sobre la persona que queremos. Proyectamos, vivimos proyectando. Pero nos equivocamos mucho al no disfrutar adecuadamente, no al 100 por ciento el presente.
Somos ansiosos por naturaleza, necesitamos todo ya, queremos que el que nos gusta nos hable ya y nos diga que nosotros también le gustamos, queremos viajar por el mundo como si lloviera dinero, queremos que nos golpeen la puerta con una oferta increíble de trabajo, ansiamos nuestra independencia, queremos graduarnos y ser exitosos o famosos. Pero los logros vienen con esfuerzo, los logros y el éxito no son regalos.
Todo lleva su tiempo, su progreso, su desarrollo.
Vivimos atados a rutinas que muchas veces no nos gustan, todos somos un poco capitalistas, no lo niegues, pensamos que el dinero es una fuente de felicidad, o algo que puede acercarte a ella. Y mientras tanto sobre valoramos al amor, que es la fuente de felicidad inagotable.
Siempre estamos pensando si hicimos bien, si hicimos mal, si herimos, por qué, siempre nos preguntamos el por qué de todo, como si todo tuviera una respuesta que podes buscar en google o yahoo respuestas. Pensamos todos el tiempo si estamos bien vestidos, si tenemos un buen status económico, pensamos para demostrarle a los demás alguien que no somos y vamos perdiendo nuestra esencia.
Dicen que cuando el cerebro duerme, procesa la información diaria y los restos diurnos retienen recuerdos. Estamos tan acelerados, ocupados por cumplir obligaciones, por llegar a tiempo, y nos olvidamos de vivir, de que esto no dura para siempre, nos olvidamos de disfrutar las pequeñas cosas, que son las más lindas.
Cada risa, cada encuentro, cada abrazo, cada mirada, cada beso con risa que recibimos debemos guardarlos como oro, porque esas son las cosas que recordaremos cuando seamos viejos, todos los días nos volvemos más sabios. Las paredes y piedras ayudan a hacernos crecer y construir quién queremos ser.
Loli. B. Allende Copyright © Todos los Derechos Reservados
jueves, 5 de noviembre de 2015
Mientras tanto
Mientras nos quedábamos callados, después de habernos amado, supe ver en sus ojos, una calma proveniente de las más hermosas costas, esa claridad me invadió y pude traducirlo en alguna poesía para compartir.
Mientras nos quedábamos callados, después de habernos amado, lo supe, este era el indicado, o así quise que fuera hasta que me pidió que abriera la puerta.
Mientras nos quedábamos callados, después de habernos amado, me di cuenta que se había ido, que ya eramos, que nunca fuimos, y cuando lo volví a ver, supe que nunca seremos
Mientras nos quedábamos callados, después de habernos amado, lo supe, este era el indicado, o así quise que fuera hasta que me pidió que abriera la puerta.
Mientras nos quedábamos callados, después de habernos amado, me di cuenta que se había ido, que ya eramos, que nunca fuimos, y cuando lo volví a ver, supe que nunca seremos
Las cosas como son
Light no es rico, yo también no es amor, taza no es vaso, fresco no es frío, amar no es querer, querer no es tener ganas, una mascota no es un hijo, el running no es un deporte, concretar rápido no es ser promiscuo, tener ganas no significa esperar para siempre, quedarse no es querer estar, salir a bailar ya no es bailar, una más y nos vamos significa que no sabemos cuando volvemos, te quiero no es me gustas, y me gustas no es te quiero, de a dos es suficiente, tres son multitud, simpatía no es fealdad, escuchar no es prestar atención, después arreglamos significa que nunca más vamos a volver a hablar, amar es un compromiso, leernos no es conocernos, conocer no es stalkear, a veces temblar no es por frío, anhelar no es lo mismo que desear, necesitar no es extrañar, extrañar es aceptar que estamos lejos, bailar pegados es bailar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)