Debe ser cierto, lo que hacemos, no es lo que queremos, y lo que queremos a veces resulta tan lejano, o así lo vemos. Nos conformamos con poco, no vamos más allá por miedo a fracasar. Fingimos que estamos contentos, que en verdad deseamos "esto", cuando al mismo tiempo nos escondemos a llorar por nuestras penas. Por mi parte sigo buscando aquello que resulta "imposible" porque me divierte la aventura platónica de pensar que "no podré conseguirlo", hasta que la realidad me golpea con su buena fortuna. Dicen que cuando uno desea mucho algo se vuelve realidad, también dicen que el que busca encuentra, y que lo último en perderse es la esperanza. Me contaron que no hay que a adelantarse a los fracasos, y tampoco a las victorias. Todo llega en su debido momento y resulta aún mejor cuando uno pone de su parte. Hay que saber festejar, así como también reconocer las derrotas y retirarse. No hay que perder la dignidad intentando una vez que aquello está finalizado. A pesar de que creo en la perseverancia, es mejor saber decir adiós y hasta luego.
Tal vez sea cierto, hay que creer más en las casualidades y no tanto en las causalidades, después de todo hay días para todo, así como las estaciones cambian sus hojas, nosotros mutamos los ánimos, y eso nos va forjando como personas. Los años no vienen solos, como tampoco los recuerdos, cuanto más fomentes bienestar, esa será tu recompensa. Siempre es bueno no estar tan de acuerdo, formar una opinión y pelear por las convicciones, porque eso también es parte de crecer.
Tal vez sea cierto, todos necesitamos vivir lo nuestro.
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