Aquí estuvieron

viernes, 12 de febrero de 2016

La mañana siguiente

Hace un tiempo estuve enamorada del mundo que se reflejaba en los ojos de un chico. Pero él no pudo quedarse al día siguiente a mi alrededor, duró solo un momento.
Yo solía creer que había que esperar para ver, pero no era así, todo cambia, nada se detiene.

Hace unos días volví a verlo de casualidad, y aquel mundo ya no estaba, había desaparecido como él aquella mañana. Pensé que ambos habíamos crecido, pero no, aún seguimos siendo iguales a los que fuimos, a pesar de ser distintos.

Dicen que hay días felices, días que recordarás por siempre, y días que querrás olvidar, pero ni aquella mañana, ni esta casualidad fue uno de esos.

Hoy siento que algo ha cambiado en mi, algo se ha ido, como él aquella mañana, como el mundo reflejado en sus ojos.

Las situaciones se tornan extrañas tarde o temprano, podemos ser la excepción a la regla, o seguir intentando a pesar de que lo que nos gustaba, ya no esté allí.

Todos estamos dañados a nuestra manera, todos nos comportamos a nuestra forma, uno decide quedarse o irse, y a veces es porque sí.

Probablemente yo sea la última en enterarme qué decisión has tomado, la verborragia me invade los sentidos, me pongo ciega. Pero es simple, o al menos no tan difícil, a veces es sí y a veces no, no me gustan los grises, pero daría todo porque digas que sí.

Estoy enamorada del mundo reflejado en los ojos de un chico que en mi cabeza se queda hasta la mañana siguiente.

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